25 diciembre 2007

DEFORESTACION EN EL AMAZONAS

EL MUNDO YA NO ES SUFUCIENTE
El impacto medioambiental provocado por el género humano sobre la Tierra ha llegado a niveles sin precedentes. Según la ONU, la cantidad de recursos que se necesitan para mantener a la humanidad excede a lo que hay disponible.

Algunas noticias son esperanzadoras: la deforestación del Amazonas se ha hecho más lenta, la calidad del aire en Europa occidental ha mejorado y se ha frenado el crecimiento del agujero en la capa de ozono. Sin embargo, estos adelantos se ven pequeños frente a las conclusiones generales que presenta el Informe GEO-4: Perspectivas del Medio Ambiente Mundial 2007: “Los indicadores medioambientales están a la baja y los gobiernos no tienen la suficiente voluntad política para frenar la crisis”. El GEO-4 (Global Environment Outlook-4), dado a conocer el pasado 25 de octubre en Chile, es considerado el estudio de las Naciones Unidas más completo sobre medio ambiente y fue elaborado por unos 390 expertos y revisado por otros mil en todo el mundo. Y en esa revisión de los asuntos medioambientales globales se concluye, dramáticamente, que si no se abordan los principales problemas que enfrenta el planeta —el calentamiento global, la extinción de especies y el desarrollo no sostenible—, se pondrá en riesgo la supervivencia misma de la humanidad.La Tierra parece no haber aprendido la lección, a pesar de que hace 20 años la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo –WCED– publicara el informe Nuestro Futuro Común, que situó el desarrollo sostenible en la agenda de los gobiernos. En ese entonces se recomendó la integración de los asuntos medioambientales, económicos y sociales al momento de la toma de decisiones sobre desarrollo.Hoy, después de dos décadas –establece el GEO-4–, los asuntos más candentes no están siendo abordados, lo que ha hecho mella en la salud, la riqueza y el bienestar de las personas. Entre los principales problemas se cuentan la explotación de los recursos naturales, la disminución en las reservas de peces, el agotamiento del agua potable y la pérdida de tierras fértiles. Son miles de millones de personas en los países en vías de desarrollo que están en riesgo por problemas relativamente fáciles de resolver, dilemas que incluso han sido solucionados en otras partes del mundo, por ejemplo las enfermedades relacionadas con el agua.El GEO-4 concluye que el mundo ha cambiado radicalmente desde 1987. La población de la Tierra ha pasado de unos 5.000 millones de personas a más de 6.700. La economía se ha expandido y ahora se caracteriza por una creciente globalización. El PIB per cápita ha aumentado desde US$5.927 de 1987 a US$8.162 en 2004, pero ese crecimiento se distribuye de forma irregular entre las regiones. La tecnología también ha variado y los patrones de comunicación han cambiado radicalmente con el crecimiento de las telecomunicaciones y la internet. Y en ese crecimiento de la población humana y de lo económico es que se da el aumento de la demanda de los recursos naturales y su degradación.Si bien el estudio reconoce que se han hecho esfuerzos y que actualmente hay una mayor comprensión de los lazos entre medio ambiente y desarrollo, la verdad es que se ha avanzado muy despacio hacia un auténtico desarrollo sostenible. “Las estrategias de desarrollo ignoran a menudo la necesidad de mantener unos servicios esenciales del ecosistema, de los que dependen los objetivos de desarrollo a largo plazo. Las medidas se han limitado a ciertos problemas, por ejemplo, el cambio climático, los contaminantes orgánicos persistentes, la gestión de la industria pesquera, las especies foráneas invasivas y las especies en extinción”.Achim Steiner, director ejecutivo del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, denunció una especial falta de interés en revertir las tendencias, que van en la dirección incorrecta: “Continúan habiendo problemas muy difíciles de tratar, que no se resuelven y no se abordan. Las reservas de peces están cada vez peor, la tierra arable se vuelve infértil –especialmente en África– y más gente que antes sufre la falta de agua potable. Además, crecen las concentraciones de gases que producen el efecto invernadero y se acelera la pérdida de la biodiversidad”.Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, aseguró en la introducción del informe: “Este asalto al medioambiente amenaza con socavar los muchos avances que las sociedades humanas han alcanzado en las últimas décadas. Mina los cimientos de la lucha contra la pobreza. Incluso podría poner en riesgo la paz internacional y la seguridad. La cuenta que vamos a dejar a nuestros hijos puede que sea imposible de pagar”.El informe GEO-4 acaba diciendo que “aunque se espera que los gobiernos tomen la delantera, también son importantes otros grupos de interés para garantizar resultados positivos a la hora de lograr un desarrollo sostenible. Ya que tenemos una mejor comprensión de los retos a los que nos enfrentamos, la necesidad no podría ser más apremiante y el momento más oportuno para actuar ahora y proteger nuestra propia supervivencia y la de las generaciones futuras”.Vivir en un mundo más calienteEl calentamiento global está ocurriendo ahora, ya que 11 de los últimos 12 años (1995-2006) han sido los más calientes desde 1850. El aumento de la temperatura media de la Tierra ha sido de aproximadamente 0,74º C. durante el siglo pasado, lo que se ha visto en retrocesos de nevados, deshielos, y la creciente frecuencia e intensidad de las olas de calor, temporales, inundaciones y sequías. Se estima que las variaciones de la disponibilidad de agua y seguridad alimentaria van a afectar drásticamente a millones de personas. El aumento del nivel del mar amenaza las zonas costeras y se espera que el creciente calentamiento provoque cambios en el ámbito geográfico y el carácter estacional de ciertas enfermedades infecciosas. El ritmo del cambio de temperatura dependerá esencialmente de las decisiones que tome la sociedad respecto a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Pero de momento es una prioridad mundial adaptarse al cambio climático anticipado. Se deberán llevar a cabo pasos drásticos para reducir las emisiones de GEI de los sectores de energía, transporte, madera y agricultura. Hay acuerdos mundiales para enfrentar el problema, como el Protocolo de Kioto, pero está muy lejos de afrontarse de forma adecuada a escala mundial.Calidad del aire Se estima que más de dos millones de personas mueren prematuramente todos los años debido a la contaminación atmosférica. Si bien la calidad del aire ha mejorado notoriamente en algunos lugares del mundo, sobre todo en los países desarrollados, muchas cuestiones importantes siguen igual o han empeorado. La contaminación atmosférica interior causada por la combustión de biomasa, queroseno o carbón para cocinar, afecta en especial a las mujeres y niños pequeños. Por su parte, la contaminación exterior en ciudades perjudica de forma desproporcionada la salud de los más pobres. La compra de automóviles se ha doblado desde 1997 y el transporte aéreo es uno de los que están creciendo más de prisa. Pero la reducción sustancial de emisiones perjudiciales a la atmósfera es factible. La mejora de la tecnología y las medidas políticas pueden reducir las emisiones. Numerosos países tienen una amplia normativa que muchas veces no se aplica por la falta de instituciones adecuadas, sistemas legales, voluntad política y gobierno efectivo. Por eso es esencial un liderazgo político fuerte para desarrollar la capacidad institucional. Además, los cambios fundamentales en las estructuras sociales y económicas, incluyendo los cambios en el estilo de vida, también son cruciales.El bienestar humanoLa evolución de las ideas sobre desarrollo ha hecho que el concepto de bienestar humano sea esencial en el debate político. El bienestar humano es el resultado del desarrollo y está muy vinculado al estado del medio ambiente. Dos de los objetivos esenciales del informe GEO-4 son determinar cómo afectan los cambios medioambientales al bienestar humano y mostrar la importancia del medio ambiente en él. El bienestar humano abarca seguridad personal y medioambiental, acceso a materiales para una buena vida, una buena salud y unas buenas relaciones sociales, la libertad de elegir y de actuar. Otros factores importantes en el análisis del bienestar incluyen la pobreza, la desigualdad y el sexo.



EFE.

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